Un kilo de mandarinas sin pelar
El zumo de medio limón
Medio kilo de azúcar
Una cucharadita de agar-agar
Elaboración
Extraemos el zumo de las mandarinas y la piel la
cortamos en tiras muy finas sin tocar la parte blanca. Ponemos al fuego el zumo, con el azúcar, el agar-agar, disuelto en medio vaso de agua, las tiras de la piel y dejamos cocer hasta que veamos que la textura es apropiada.
Metemos nuestra confitura en los botes esterilizados, los cerramos bien y los ponemos al baño maría desde que hierven veinte minutos, así nos aseguramos que no se alteraran y podremos alargar el tiempo para usarlos.
Deliciosa.
María Dolores
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