BRAZO GITANO DE NATA Y LIMON

Ingredientes

Para el bizcocho
Cuatro huevos
Ciento veinte gramos de azúcar
Ciento veinte gramos de harina
Un sobre de levadura

Para el relleno
Medio litro de nata
Cuatro cucharadas de azúcar
Ralladura de un limón
Cuatro láminas de gelatina neutra

Para el almíbar
Ciento cincuenta gramos de azúcar
Ciento cincuenta mililitros de agua
El zumo de dos limones

Elaboración
El bizcocho

En un recipiente ponemos los huevos y el azúcar y los batimos hasta que estén esponjosos. Entonces añadimos la harina tamizada y vamos moviendo suavemente con las varillas. Echamos la mezcla en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear y lo metemos al horno precalentado a 180 grados durante hasta que tome un ligero color tostado.
Preparamos un paño húmedo y  ponemos la plancha de bizcocho sobre él y la vamos enrollamos con cuidado en caliente y dejamos así hasta que se enfríe. De esta manera se conservará la forma y no se romperá.

El almibar

En un rcazo, ponemos el agua, el azúcar y el zumo de limón. Lo ponemos a fuego suave hasta que hierva y lo dejamos apartado para que se temple.

El relleno

En un recipiente que hemos tenido en el congelados, ponemos la nata con el azúcar y la montamos hasta que esté espesa. Le añadimos la ralladura del limón y las hojas de gelatina que habremos hidratado antes en agua fría.
 La gelatina hay que disolverla, con un poco de agua caliente y se añade a la nata.

Ahora montamos el brazo de gitano

Lo primero enrollamos la plancha de bizcocho y con el almíbar que teníamos templando, lo calamos por todas partes igual.

Colocamos una buena cantidad de nata-limón en el lado donde vamos a empezar a enrollar cogiendo el extremo del bizcocho más próximo a nosotros y empezamos a envolver la nata, como si fueras ha hacer un paquete.
Según tenemos bajo control la primera parte del enrollado, añadimos más nata en el borde más alejado de nosotros y volvemos a enrollar. Así sucesivamente hasta que termines con todo el relleno.

Si nos ayudamos con el paño de cocina para enrollarlo, se hace mucho mejor porque ejercemos la fuerza más uniformemente y el relleno queda más homogéneo. Con un cuchillo vamos raspando la nata que se nos desborde por los lados.
Lo pasamos a una bandeja adecuada para servir y lo metemos un buen rato al frigorífico para que se asiente y la nata coja consistencia.
Lo adornamos al gusto.

María Dolores