Ingredientes
Medio litro de leche
Trescientos gramos de requesón
La piel de un limón
Ciento cincuenta gramos de azúcar
Cinco hojas de gelatina neutra
Tres cucharadas de agua
La base
Veinte galletas tipo maría
Ciento veinticinco gramos de
mantequilla
Cobertura
Dos hojas de gelatina
Trescientos gramos de fresas
Dos cucharaditas de azúcar
Dos cucharadas de agua
Elaboración
La base
Trituramos las galletas y las
mezclamos con la mantequilla derretida y
hacemos una pasta con estos dos ingredientes, con ella forraremos la base del
molde desmontable. La mejor forma de hacerlo es mezclarlo todo bien y los
presionamos bien con un tenedor y el dorso de una cuchara. La metemos en el
frigorífico para que enfríe.
La crema
La gelatina la ponemos a hidratar en
un cuenco.
Ponemos la leche junto con el azúcar
y la piel de limón a calentar a fuego suave. Vamos moviendo de vez en cuando.
Cuando la mezcla comience a hervir,
apagamos el fuego y tapamos el recipiente para que emulsione bien el aroma y el
sabor del limón, cuando está tibia añadimos la gelatina y la batimos hasta que
se deshaga.
Trituramos el requesón en un cuenco y le agregamos la leche colada ya fría. Lo batimos todo junto hasta que no
nos quede ningún grumo del requesón. Sacamos el molde del frigorífico y
volcamos la crema sobre la base de galleta.
Dejamos a temperatura ambiente para
que vaya enfriando.
Cuando la tarta haya cogido algo de
consistencia nos ponemos a elaborar la cobertura.
Las dos hojas de gelatina ya
hidratadas las ponemos en un cazo con el batido colado de la mitad de las
fresas, el agua y el azúcar, lo movemos continuamente hasta que hierva y se
disuelva.
Recubrimos la tarta con este sirope
y la adornamos con la otra mitad de las fresas partidas por la mitad.
Metemos la tarta al frigorífico y
dejamos que cuaje un mínimo de cinco horas antes de desmoldarla.
María Dolores
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