Elaboración y aplicación
En un
cuenco hondo ponemos una cabeza de ajos prensando los dientes, una cucharada de
tomillo, una cucharada de pimentón
dulce, un vaso de vino blanco de Jerez, una cucharadita de pimienta molida y
sal. Echamos la carne y la envolvemos bien hasta que coja color, reservamos en
la nevera durante unas dos horas, o mejor lo preparamos la noche anterior.
En una
sartén con poco aceite ponemos a freír el cordero a fuego suave hasta que esté
en su punto y lo servimos con guarnición a nuestro gusto, con salsa o
simplemente con una fuente de patatas.
María
Dolores
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