Elaboración
Batimos el huevo y sumergimos el queso en él por ambos lados de manera que toda la superficie quede impregnada. Rebozamos en el pan rallado. Calentamos a fuego fuerte un dedo de aceite en una sartén pequeña en la que el queso quede sumergido en el aceite y freímos el queso hasta que el pan rallado esté doradito. Sacamos el queso con mucho cuidado con una espumadera y dejar sobre papel de cocina para que absorba parte del aceite. Colocaremos en un plato para servir y rodear de la mermelada o mermeladas pues podemos combinar diferentes sabores.
María Dolores
No hay comentarios:
Publicar un comentario